jueves, 21 de enero de 2021

¿Cómo debemos orar por nuestros hijos?

Esta pregunta la he escuchado de parte de madres preocupadas por sus hijos, impulsadas por su necesidad de “ayudarles”. Para mi existen dos tipos de oración que son: Las oraciones apaga fuego. Y las oraciones de mantenimiento. Las “apaga fuego” son aquellas que salen producto de desesperación, o necesidad urgente de un determinado momento. Las oraciones de “mantenimiento” son las que diariamente están en nuestra boca, a manera de ruego delante de Dios. Es este tipo de oración, el que nos conviene practicar para con nuestros hijos, ciertamente desde el instante mismo que recibimos la ¡maravillosa noticia! de que seremos padres, conocemos que nuestro estilo de vida dará un giro radical; y entre lo nuevo que experimentaremos está el hecho de que nunca más, volveremos a disfrutar del sueño despreocupado de solteros. Debido a que la responsabilidad que implica ser padres es grande. Y dentro de esta, está la de velar por el bien estar de nuestros hijos. Esto definitivamente sin la ayuda de Dios es imposible lograr, ya que por más que nos afanemos en cuidarles y protegerles de los peligros fuera de casa, habrá horas en las cuales no podemos estar con ellos, por compromisos laborales, o por su tiempo de colegio. Como mamá sé que estar sentadas en el pupitre al lado de ellos, es parte de nuestras fantasías. Que obviamente no podemos hacer realidad. Pero lo que si podemos es interceder por ellos, pidiendo que sea el ángel de Dios quien los libre de todo mal, sin importar la distancia en la que se encuentren de nosotras. Cuando nuestros hijos llegan a la adolescencia, nuestro deseo de caminar al lado de ellos todo el tiempo “incrementa “puesto que en esa etapa les, asechan peligros atractivos a modo de experiencias nuevas, tales como su primer contacto con bebidas alcohólicas, cigarrillos, sexo, drogas, etc.  Por lo general es en esta etapa que ellos, se distancian de nosotros, movidos por el deseo de extender su territorio mas allá de la protección de sus padres. Lo cual me parece lo más normal del mundo, dado que Dios nos creó como seres independientes, y en la adolescencia es cuando más necesidad sentimos de defender esa independencia. Es por eso que considero importante orar todos los días por ellos, no solo para que Dios les libre de todo mal, sino también para que les de discernimiento para lo bueno y lo malo, esto les garantizará el que escojan buenas amistades, e imiten prácticas y costumbres, que sumarán victorias a sus vidas. Además de saber con quién formar pareja, llegado el tiempo. La palabra de Dios cita: Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. (Proverbio 22:6) En la medida que ellos nos permitan debemos hablarles del futuro glorioso que tendrán si atienden consejo de Dios y de sus padres.


Quiero animarle a que busque de rodillas, lo que probablemente no ha logrado con regaños, y disciplina, en sus hijos. Pero no con oraciones apaga fuegos, sino con oraciones de ruego continuo. Y si no lo hacía, comience desde ahora a suplicar a Dios, para que libre de todo mal, a sus hijos, así como también para que les aparte de toda mala compañía, ruegue también por un esposo o esposa, leal, sin importar la edad que tengan, no cese de presentar la vida de sus hijos delante de Dios todos los días, conociendo que ni una sola de nuestras oraciones pasa desapercibida delante de Dios. (Apocalipsis 5:8) No, nos cansemos de poner diariamente en manos del gran YO, SOY, la vida de nuestros hijos, sabiendo que ÉL, tiene todo lo que necesitamos  y mucho más.

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