Antes de dormir leer frases bíblicas nos puede ayudar a descansar en paz.
Muchas veces antes de dormir quieres leer un pequeño texto que nos de paz y nos haga sentir la compañía de Dios. Por eso es que junto con todo el equipo de Mundo Positivo decidimos recolectar una serie de frases bíblicas que nos van a permitir conciliar el sueño de forma muy placentera.
Espero que las puedas disfrutar y cada una de ellas les sirva para soñar algo bonito. No olvides que si te agradan se las puedes pasar a otras personas para que también tengan la oportunidad de disfrutarlas.
Frases bíblicas para descansar en paz
1- “Cuando me acuesto, me duermo enseguida, porque sólo tú, mi Dios, me das tranquilidad.”
2- “Yo me acuesto, y me duermo, y vuelvo a despertar, porque tú vigilas mi sueño.”
3- “Cuando siento miedo, confío en ti, mi Dios, y te alabo por tus promesas; Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo. ¡Nadie podrá hacerme daño jamás!”
4- “Dios mío, tú has sido bueno conmigo; ya puedo dormir tranquilo.“
5- “Querido jovencito, aprende a tomar buenas decisiones y piensa bien lo que haces. Hacerlo así te dará vida y los demás te admirarán. Andarás por la vida sin problemas ni tropiezos. Cuando te acuestes, podrás dormir tranquilo y sin preocupaciones.”
6- “¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!”
7- “No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.”
8- Tú les das paz a los que se mantienen pensando en ti porque en ti han puesto su confianza
9- Dios no te dejará caer; tu protector nunca se dormirá. El protector de Israel nunca duerme.
10- Verán que Dios les dará su paz, una paz tan grande que va más allá de lo que podemos entender. La paz de Dios controlará todos sus pensamientos y sentimientos porque están unidos a Cristo Jesús.
11- Me acosté y dormí, pero me desperté a salvo, porque el Señor me cuidaba. No tengo miedo a los diez mil enemigos que me rodean por todas partes.
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