Dentro de todas las sociedades, el chisme y los rumores siempre están presentes a mayor o menor exposición.
Estos maliciosos comentarios, tienden a ser esparcidos con rapidez por las mentes más débiles o ingenuas, quienes aportan incluso su propio toque al rumor. El chisme es una herramienta que las masas tienden a emplear para destruir y posicionarse contra las acciones, moral o forma de pensamiento de un individuo o del grupo afectado por el rumor.Normalmente, le brinda poder a la persona que esparció u originó el comentario. Sin embargo, dicho rumor puede contener información manipulada o ser una invención o exageración que busca desprestigiar y causar daño al afectado.
Pese a ello, detener el chisme una vez iniciado, es casi una guerra perdida, si no se tiene evidencia o información contundente capaz de demostrar la mentira. Principalmente, debido a que muchas personas, usan el chisme como medio de entretenimiento a costa de los demás, como si fuera un programa de televisión. Sin embargo, el chisme si posee un final, y es cuando llega a los oídos de una persona inteligente. Motivado a que se trata de un individuo con mayores preocupaciones e intereses que conocer detalles de la vida de los demás.
Un arma de destrucción
Puedes estar de acuerdo o no, pero nuestra sociedad cada vez más digitalizada, ha contribuido con la expansión y dimensión del chisme.
Es que a través de las redes sociales, es muy fácil en la actualidad, crear rumores maliciosos con material audiovisual manipulado y así engañar a miles de personas.
A través del chisme, muchas personas logran obtener el poder para afectar negativamente, la vida de aquellos quienes no son de su agrado.
La magnitud del comentario malicioso es capaz de destruir la vida social, romántica o profesional del afectado, llegando incluso a trágicos desenlaces.
Enfrentar al chisme y los rumores
Para acabar con el chisme se necesita de firmeza y de la valentía de hacer frente a las personas ociosas, capaces de inventar cosas de los demás. De esta forma, el chisme, como el virus social que representa, lentamente morirá al perder a su creador. Aunque es una ardua labor, debemos aprender a ser ese oído inteligente, que no sucumbe ante lo jugoso de los rumores sin información que lo respalde. De esta forma, lograremos detener la propagación de información falsa y manipulada, matando al chisme antes de que se convierta en una bestia imparable.
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