El peeling facial es un tratamiento de belleza muy popular en la actualidad, ya que a través de este se limpia y regenera la piel para disminuir manchas, pecas, cicatrices o cualquier alteración que pueda afectar el rostro.
En los centros de estética o spa este tipo de procedimientos tienen un costo elevado, estando fuera del alcance de la mayoría de mujeres.
La buena noticia es que no se necesita ser un experto en belleza y con ingredientes muy económicos se puede realizar en casa.
¿Qué debes tener en cuenta antes de un peeling facial?
Para llevar a cabo este tratamiento natural es muy importante preparar la piel los días previos con el fin de evitar la resequedad y facilitar la eliminación de impurezas.
Según el tipo de piel que tengamos, es normal que se reseque un poco durante y después del tratamiento, ya que es parte del proceso mediante el cual se eliminan las células muertas que posiblemente hay acumuladas.
Al principio, lo mejor es hacer una prueba en alguna área del rostro para verificar que no hay efectos secundarios como sensación de ardor o picazón. Si es así, lo mejor es evitar su aplicación y buscar una alternativa menos agresiva con la piel.
Los resultados varían de piel a piel y según los demás cuidados que se tengan en cuenta durante la rutina de belleza.
Teniendo todo esto claro, te invitamos a conocer el peeling facial de aspirina para restaurar y rejuvenecer la piel.
Peeling facial con aspirina para una piel hermosa
La aspirina es uno de los analgésicos de venta libre más populares del mundo, utilizado a menudo para tratar dolencias comunes como el dolor de cabeza.
Lo que muchas mujeres no saben aún es que este ingrediente aporta muchos beneficios para la piel, ya que tiene la capacidad de restaurarla y disminuir muchas de las alteraciones cutáneas.
Esto se debe a su alto contenido de beta hidroxiácido, ingrediente liposoluble utilizado en la industria cosmética para cremas y exfoliantes para renovar la piel, aclarar las manchas, mejorar el tono y eliminar las células muertas.
Por si fuera poco, tiene una acción antiinflamatoria que ayuda a combatir el acné y a prevenir las cicatrices dejadas por el mismo.
Si quieres sorprenderte con la capacidad de este peeling para mejorar la salud de la piel, no te pierdas las siguientes instrucciones para que lo realices en casa.
¿Cómo realizar este peeling?
Al ser un tratamiento fuerte lo mejor es hacerlo en horas de la noche para evitar la exposición al sol.
No se recomienda hacerlo muy a menudo, ya que puede reducir los aceites naturales de la piel y causar resequedad. Con hacerlo 2 o máximo 3 veces al mes será suficiente para aprovecharlo.
Ingredientes
5 aspirinas
2 cucharadas de miel de abeja (15 g)
1 cucharada de yogur natural (15 g)
Preparación
Tritura las cinco aspirinas en un mortero hasta formar un polvo y, luego, mézclalo con las dos cucharadas de miel de abeja orgánica y la cucharada de yogur natural hasta obtener una pasta.
Modo de uso
Antes de aplicarlo, debes lavar bien tu rostro y asegurarte de que quede libre de cualquier resto de maquillaje.
Luego, sumerge una toalla pequeña en agua caliente, caliéntala en el microondas durante 30 segundos y colócatela sobre el rostro 10 minutos, con el fin de abrir bien los poros y lograr que la mascarilla penetre mejor.
Seca tu rostro del exceso de agua y ahora aplícate la mezcla con una fina capa, dejándola actuar un mínimo 20 minutos y un máximo 30.
Pasado el tiempo recomendado, retírate el producto con agua templada y, para terminar, aplícate una crema hidratante.
Recomendaciones finales
Al día siguiente de este peeling es muy importante utilizar protector solar, ya que la piel estará más sensible de lo habitual.
Desde entonces y hasta que sea momento de volverlo a aplicar, se deben utilizar productos suaves con la piel y que contribuyan a su regeneración.
Con todos los cuidados necesarios, los resultados se pueden notar desde el primer mes, al conseguir una piel más radiante y renovada.
Por sus propiedades y capacidad para mejorar la apariencia de la piel, también se puede aplicar en áreas del cuerpo como las axilas, codos y rodillas que suelen oscurecerse por la acumulación de impurezas y células muertas.
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